Las recientes manifestaciones en el primer cuadro de la capital michoacana han dejado fuertes afectaciones económicas a los negocios establecidos en la zona, con pérdidas que oscilan entre el 50 y el 70 por ciento, según testimonios de comerciantes.
Establecimientos ubicados en los portales del Centro Histórico, como restaurantes, cafeterías y comercios de alimentos, se vieron obligados a cerrar sus puertas durante las protestas debido a los enfrentamientos y el uso de gas lacrimógeno.
Los encargados de varios locales coincidieron en que, además del daño económico, las jornadas de tensión representan un riesgo para su integridad y la de sus clientes.
Trabajadores de cafeterías y restaurantes señalaron que, ante los disturbios, deben actuar con rapidez para resguardar mobiliario y evacuar a comensales, lo que genera caos y pérdidas, especialmente entre turistas que abandonan el lugar sin pagar.
En algunos casos, como el del restaurante-hotel Portal 7, las ventas cayeron hasta un 70 por ciento.
Comerciantes de diarios, revistas y otros giros pequeños también han resultado perjudicados, pues las vallas de seguridad y el cierre parcial de calles reducen el flujo peatonal.
Además, indicaron que las manifestaciones, que inician de forma pacífica y derivan en actos violentos, les generan incertidumbre constante.
Los locatarios del Centro Histórico expresaron su preocupación por la frecuencia de las marchas y pidieron que se implementen medidas para garantizar tanto el derecho a la manifestación como la seguridad de quienes trabajan y dependen económicamente del comercio en la zona.