La Justicia de Estados Unidos presentó cargos formales contra María del Rosario Navarro-Sánchez, ciudadana mexicana de 39 años, por presuntamente brindar apoyo material al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización designada como grupo terrorista por el expresidente Donald Trump en enero.

Es la primera vez que se acusa a una mujer mexicana bajo esta figura legal.

Según el Departamento de Justicia, Navarro-Sánchez conspiró para suministrar granadas al CJNG y participó en tráfico de armas, narcóticos, migrantes y grandes sumas de dinero en efectivo.

La acusación establece su papel activo en el fortalecimiento logístico de la organización criminal.

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En el mismo caso figuran otros dos mexicanos: Luis Carlos Dávalos-López, investigado por tráfico de personas y compra de armas, y Gustavo Castro-Medina, acusado de adquirir armas mediante intermediarios y de tráfico de drogas.

Las autoridades buscan procesarlos bajo cargos de conspiración y posesión con fines de distribución.

La fiscal general Pamela Bondi afirmó que cárteles como el CJNG representan una amenaza transnacional que cobra vidas en ambos países.

A su vez, la fiscal federal interina Margaret Leachman aseguró que este caso envía un mensaje claro: Estados Unidos intensificará sus esfuerzos para frenar el apoyo logístico a estas redes delictivas.