Los presuntos narcotraficantes privados de libertad sin sentencia tienen la posibilidad de ser liberados pronto debido a que la mayoría de los reclusos en prisiones federales son miembros de los cárteles más peligrosos del país, como Los Zetas, Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el cártel de Sinaloa.
Más de cuatro mil de esos individuos aún no han sido condenados y podrían recuperar su libertad si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decide que la detención preventiva automática es inconstitucional.
Los datos proporcionados por el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS) revelan que hasta marzo de este año había 20 mil 628 personas encarceladas en las prisiones controladas por el gobierno federal.
De ese grupo, 11 mil 823 son afiliados a la delincuencia organizada, mientras que ocho mil 805 no tienen conexiones con esas organizaciones criminales. Es decir, más de la mitad de los reclusos están vinculados al narcotráfico.
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El docente del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas Puebla, Gerardo Rodríguez, sostiene que es muy probable que los prisioneros mencionados se reintegren a alguna organización criminal.
El experto anticipa que la Corte suprimirá la detención preventiva obligatoria, aunque señala que el cambio no ocurrirá de manera inmediata.
Según datos del OADPRS, el 29 % de los reclusos en prisiones federales no han sido condenados. En el caso de los relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada, la cifra aumenta al 35 %.
En términos absolutos, hay seis mil 41 presos en cárceles federales que aún no han sido sentenciados, de los cuales cuatro mil 170 están afiliados a algún cartel. Estos números corresponden únicamente a las instituciones penitenciarias bajo administración federal.