Más de 40 mil empleados del gobierno federal de Estados Unidos habían aceptado la oferta de la administración Trump para recibir un pago hasta fines de septiembre a cambio de su renuncia a finales de febrero.

La cantidad de trabajadores representa aproximadamente el 2 % de la fuerza laboral civil federal.

Un funcionario de la Oficina de Gestión de Personal (OPM) indicó que el número de renuncias estaba en aumento y se anticipaba una avalancha de solicitudes en las últimas horas antes del cierre de la ventana para presentar las solicitudes, que se efectúa enviando un simple correo electrónico con la palabra “renunciar”.

El presidente Donald Trump y Elon Musk, jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental y director ejecutivo de Tesla y SpaceX, están implementando medidas para reducir eficientemente el tamaño del gobierno.

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La Casa Blanca estima que entre el 5 % y el 10 % de la plantilla federal podría aceptar esta oferta.

La OPM ha alertado a los empleados de que no podrán garantizar la seguridad de sus puestos si no aceptan el acuerdo, y señala que la reestructuración y las reducciones de personal son muy probables en diversas agencias.

Aunque casi 2.3 millones de estadounidenses están empleados en el gobierno federal, no todos son elegibles para este plan; se han eximido a los trabajadores de defensa, inmigración, fuerzas del orden, además de otros puestos clave.

Los sindicatos han manifestado su oposición a esta medida, instando a los empleados federales a no ceder ante esta oferta, al considerar que su legalidad y aplicabilidad son cuestionables.

“Los empleados federales no deben dejarse engañar por las hábiles palabras de multimillonarios no elegidos y sus lacayos”, afirmó Everett Kelley, presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno.