Más de un millón de musulmanes partieron el viernes desde la ciudad de la Meca, en Arabia Saudita, para dar inicio a la peregrinación anual conocida como el hach.

Bajo un intenso calor, los fieles llegaron al campamento de Mina, en el oeste del reino, donde pasarían la noche.

Ataviados con túnicas blancas, los peregrinos realizaron el rito del “tawaf” al dar siete vueltas alrededor de la Kaaba, la estructura cúbica negra considerada sagrada por los musulmanes.

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Este año, los participantes se enfrentan a severas condiciones climáticas, con temperaturas que alcanzan los 44 grados Celsius diariamente.

A pesar del calor extremo, los fieles pasarán la noche en carpas climatizadas en Mina, un valle rodeado de montañas rocosas, organizadas por nacionalidades y precios.

En un contexto marcado por el conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la franja de Gaza, muchos peregrinos expresan sus oraciones por los habitantes afectados por los bombardeos y el asedio en territorio palestino.