El expresidente Enrique Peña Nieto afirmó que se exilió en España, desde 2019, para facilitar a su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, la gobernanza de México y no ser él mismo un factor de distracción o polémica.
Peña Nieto señaló que tras dejar el cargo se debatió entre sus ganas de quedarse a vivir en México y la obligación de convertirse en “un buen expresidente”, dejando de ser un personaje relevante y marchándose del país.
“Tienes que dar espacio de respeto a quien está en la titularidad del Ejecutivo, y una manera de hacerlo es sustrayéndote”, dijo Peña Nieto.
Y agregó: “Yo estoy convencido de que uno, cuando está en esta tarea, busca y trabaja para hacer una buena gestión de gobierno, ser un buen presidente de México, pero también está la responsabilidad implícita de convertirse en un buen expresidente, y eso es lo que busco”.
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La decisión de exiliarse la precipitó un suceso de alto contenido político: la captura, en julio de 2019, de su abogado y amigo Juan Collado, al que la Fiscalía acusaba de delincuencia organizada, blanqueo de capitales y evasión fiscal, y que tiene cuentas millonarias en Andorra con las que ha pagado lujos a importantes políticos priistas.
Peña Nieto hizo estas declaraciones en el libro Confesiones desde el exilio: EPN (Planeta, 2024), escrito por el periodista Mario Maldonado, luego de varias entrevistas con el priista.
El exmandatario destacó que continuará viviendo fuera del país, al menos lo que dure el sexenio de López Obrador, y dejó en claro que no volverá a la política.
“Tengo interés de regresar, pero no tengo decidido si de forma permanente. Yo quiero mantenerme en esta sana distancia en este espacio del actual Gobierno, pero pienso regresar”, señaló.