Mercedes-Benz está trabajando en una revolucionaria tecnología conocida como “pintura solar”, que promete incrementar la autonomía de los vehículos eléctricos al transformar la carrocería en una fuente generadora de energía.

El avance utiliza una capa ultrafina de células fotovoltaicas, aplicadas directamente sobre la pintura del vehículo, que convierten la luz solar en electricidad.

La empresa asegura que esta innovación podría cambiar el panorama de la movilidad eléctrica al reducir la dependencia de las estaciones de carga.

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La pintura solar, compuesta por células fotovoltaicas de tan solo cinco micrómetros de grosor y un peso de 50 gramos por metro cuadrado, mantiene la eficiencia del vehículo al no aumentar significativamente su peso.

Estas células tienen una eficiencia energética del 20 %, convirtiendo una quinta parte de la luz solar recibida en energía utilizable. En condiciones óptimas, esta tecnología podría permitir que un automóvil recorra hasta 12 mil kilómetros al año en regiones como Stuttgart, Alemania, o hasta 20 mil kilómetros en zonas más soleadas, como Los Ángeles o el sur de España.

Además, la pintura solar puede personalizarse con colores deseados sin comprometer su capacidad de generación energética, gracias a una capa de nanopartículas que optimiza la captación de luz solar.