En una sesión clave del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, México fijó una postura contundente frente a la creciente tensión militar entre Estados Unidos y Venezuela. El representante mexicano, Héctor Vasconcelos, instó a las potencias involucradas a “privilegiar los canales diplomáticos” y actuar con máxima “contención y cautela” para frenar la escalada bélica que se desarrolla en las aguas del Mar Caribe desde hace meses.

El diplomático mexicano enfatizó que el uso de la fuerza o las amenazas no representan soluciones viables para resolver las diferencias entre Estados, advirtiendo que tales acciones solo conducen a la erosión del orden jurídico internacional y a un mayor sufrimiento humano. Esta intervención posiciona a México como un mediador que aboga por el respeto a la soberanía y el derecho internacional, rechazando cualquier medida unilateral que ponga en riesgo la estabilidad de la región latinoamericana.

La postura de México se suma a las preocupaciones de otros miembros de la comunidad internacional que ven con alarma el despliegue de activos navales estadounidenses. Al apelar a la “contención”, la cancillería mexicana busca desactivar un posible enfrentamiento directo, reafirmando que la historia ha demostrado que el diálogo es la única vía sostenible para garantizar la paz global.