Chile destacó como el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con la mayor contribución del impuesto de sociedades a sus ingresos fiscales, representando un 24.3 % del total en 2020, según el informe anual de reformas fiscales publicado por la organización.

Esta posición es seguida por Colombia, con 23 %, y México, con 20.1 %, son los tres únicos países dentro de la OCDE donde el impuesto de sociedades supera el 20 % de los ingresos fiscales.

El impuesto de sociedades es un tributo que grava los beneficios que obtienen las empresas y demás entidades con personalidad jurídica que tienen su residencia en un determinado país.

La variación en el peso relativo de la fiscalidad sobre las empresas en los países de la OCDE es notable, con países como Estonia, Estados Unidos, Italia, Alemania, Hungría, Grecia y Lituania, donde el impuesto de sociedades representa menos del 5 % de los ingresos fiscales.

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El informe destaca que factores como las tasas impositivas, la base impositiva, la integración empresarial y el ciclo económico influyen en estas diferencias.

Un factor clave en la alta contribución del impuesto de sociedades en Chile, Colombia y México es que otros impuestos, como el impuesto sobre la renta y las cotizaciones a la Seguridad Social, representan una parte mucho menor de la recaudación fiscal en estos países.

Además, en términos de producto interior bruto (PIB), la carga fiscal en dichos países latinoamericanos es significativamente más baja que el promedio de la OCDE, que fue del 34.1 % en 2021.

En el mismo contexto, México se destacó como el país de la OCDE con la carga fiscal más baja en 2020, alcanzando solo un 16.7 %, una cifra inferior al 17.8 % del año anterior.