El gobierno de México ha intensificado su atención sobre el tráfico ilegal de rifles estilo Barrett calibre 50, considerados de alto poder destructivo y favoritos del crimen organizado.
Un informe entregado a la Cámara de Diputados dentro del marco del Entendimiento Bicentenario con Estados Unidos advierte que estas armas han tenido un impacto grave en la seguridad nacional.
Entre 2010 y febrero de 2023, se decomisaron 831 rifles calibre 50, de los cuales 519 fueron fabricados por la empresa estadounidense Barrett Firearms Manufacturing, Inc.
En 2021, México interpuso una demanda en el Distrito de Massachusetts contra dicha empresa, a la que acusa de comercio negligente e instigar el tráfico de armamento.
La Secretaría de la Defensa Nacional señala que estas armas, capaces de perforar blindajes, provienen principalmente de tiendas en Texas y Arizona. Actualmente, 70 % del total de armas incautadas en territorio mexicano tienen origen en Estados Unidos.
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El documento también informa que desde octubre de 2021 hasta septiembre de 2024, el aseguramiento de armas aumentó 65 %, alcanzando 53 mil unidades, incluidas 972 de grueso calibre, además de cartuchos y granadas.
Durante la administración de Claudia Sheinbaum, de octubre de 2024 a febrero de 2025, se confiscaron más de sies mil armas de fuego. Estas cifras reflejan una estrategia activa en el combate al armamento ilegal, apoyada por un grupo de trabajo intersecretarial con enfoque binacional.
Como parte de los esfuerzos de colaboración, se han acreditado 31 laboratorios balísticos en el país y capacitado a más de dos mil 500 funcionarios en identificación de armas, técnicas de investigación y uso del sistema de rastreo eTrace, que ya opera en 22 estados.
México se ha convertido en el principal socio de Estados Unidos en rastreo de armas, con más de 58 mil solicitudes desde 2021, de las cuales 802 casos han sido referidos a la ATF para investigación.