En los últimos 25 años, 119 alcaldes en funciones o electos han sido asesinados en México, lo que equivale a un homicidio cada dos meses y medio, de acuerdo con reportes oficiales.

El recuento revela que Oaxaca, Michoacán, Veracruz, Guerrero y Puebla concentran la mayor parte de los casos, con 24, 20, 13, 12 y 8 asesinatos respectivamente.

Por periodo presidencial, los homicidios de presidentes municipales se distribuyen así: Felipe Calderón (37), Enrique Peña Nieto (42), Andrés Manuel López Obrador (26) y Claudia Sheinbaum (10).

Los ataques se cometen principalmente mediante emboscadas y armas de fuego, aunque también se han documentado casos de asfixia y secuestros. En varios de estos crímenes, las víctimas habían reportado amenazas previas o desapariciones antes de ser localizadas sin vida.

El estudio también señala que el PRI concentra 38 de las víctimas, seguido del PRD con 19, el PAN con 18, y nueve de Morena y PVEM. Otros cinco casos corresponden a MC y PT, y el resto a partidos locales o independientes.

El patrón de violencia contra autoridades municipales refleja la vulnerabilidad de los gobiernos locales frente al crimen organizado y la persistente fragilidad de la seguridad pública en amplias regiones del país.