En medio de una severa crisis eléctrica que mantiene a amplias regiones de Cuba sin luz durante más de 20 horas diarias, México realizó el envío de aproximadamente 80 mil barriles de combustible con el objetivo de contribuir a mitigar la escasez energética en la isla.
La operación fue coordinada con Petróleos Mexicanos (Pemex) y contempla el traslado de hidrocarburos a bordo de dos embarcaciones, el Ocean Mariner y el Eugenia Gas, las cuales partieron del complejo industrial Pajaritos, en el sur de Veracruz, con destino al puerto de Moa, en el oriente cubano. Se prevé que los buques arriben en los próximos días.
El combustible enviado representa un apoyo relevante para el funcionamiento de las plantas termoeléctricas cubanas, aunque especialistas advierten que el volumen resulta limitado frente a las necesidades estructurales del sistema eléctrico del país caribeño, altamente dependiente de la importación de energéticos.
Cuba enfrenta desde hace meses una situación crítica en su red eléctrica, provocada por la falta de combustible, fallas técnicas en centrales generadoras y la reducción de envíos de crudo provenientes de Venezuela. Esta combinación ha derivado en apagones constantes que afectan tanto a la población como a servicios esenciales y actividades productivas.
De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba, cerca del 60 por ciento del combustible que se consume en la isla es importado, y una parte significativa se destina a la generación de electricidad. La disminución de suministros externos ha agravado la vulnerabilidad del sistema energético.
El despacho de combustible desde México se da en un contexto regional complejo, marcado por tensiones geopolíticas y cambios en los flujos energéticos del Caribe. Para el gobierno mexicano, la medida también se enmarca como un acto de cooperación ante una situación que tiene impactos humanitarios directos, derivados de los prolongados cortes de energía que enfrenta la población cubana.