México se consolidó como el principal exportador de jitomate a Estados Unidos, representando un promedio del 25.7 % de las exportaciones globales de este alimento, que superan las 7.1 millones de toneladas anuales.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), según información de El Financiero, confirmó que Estados Unidos adquiere cerca de dos millones de toneladas al año provenientes del mercado mexicano, lo que convierte a esta relación comercial en una de las más significativas del sector agroalimentario.
Sinaloa encabeza la producción nacional con más de 712 mil toneladas, un crecimiento del 11.5 % respecto al año anterior, gracias a su clima favorable, infraestructura robusta y capacidad logística.
Le siguen San Luis Potosí, con 436 mil toneladas, y Michoacán, con 356 mil, este último con un crecimiento del 9.4 %.
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Estados como Jalisco, Morelos y Sonora también han mostrado avances importantes, con incrementos de hasta el 19 % en sus volúmenes productivos.
El dinamismo del sector ha sido clave para mantener el flujo exportador, pero enfrenta un nuevo reto tras el anuncio del gobierno estadounidense de imponer un arancel del 20.91 % a la mayoría de las importaciones de jitomate mexicano a partir del 14 de julio.
Esta medida, impulsada por el Departamento de Comercio, responde a una orden antidumping que acusa a México de vender a precios injustamente bajos, afectando a los productores locales.
La disposición revierte el acuerdo firmado en 2019 durante la primera administración de Donald Trump, que evitó aranceles del 17 % e implementó mecanismos de inspección y control de precios.
Ahora, con la nueva política comercial, el panorama se vuelve incierto para los productores mexicanos, quienes deberán adaptarse a un escenario de mayor competencia y restricciones regulatorias en su mercado más importante.