La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) solicitó al Gobierno de México frenar de inmediato la importación de bovinos provenientes de Nicaragua, Honduras y Guatemala, debido a los brotes activos de gusano barrenador registrados en esos países.
La organización advirtió que la entrada de ganado infectado representa un riesgo para la bioseguridad nacional y un fuerte impacto económico para los productores mexicanos.
En un comunicado, la UNTA demandó además el cierre de la frontera sur para detener el tráfico ilegal de aproximadamente 800 mil cabezas de ganado procedentes de Centroamérica, las cuales, afirmaron, se encuentran infectadas con el parásito.
Según el organismo, esta situación ha generado pérdidas millonarias para los ganaderos nacionales al limitar las exportaciones hacia Estados Unidos.
Álvaro López Ríos, dirigente de la UNTA, señaló como un riesgo la reciente importación de más de cinco mil reses nicaragüenses por parte de la empresa SuKarne, que ingresaron por Mazatlán con destino a Durango.
Asimismo, expresó preocupación porque el acuerdo bilateral con Estados Unidos para instalar una planta productora de moscas estériles en Chiapas no estará en operación sino hasta el primer semestre de 2026, retrasando la estrategia de control y erradicación del gusano barrenador.
La organización pidió a la presidenta Claudia Sheinbaum implementar un programa de fomento ganadero en apoyo a pequeños y medianos productores, además de sancionar a los funcionarios que permitan el ingreso irregular de ganado.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), hasta el 15 de julio de 2025 se han registrado 2 mil 738 casos de bovinos afectados por el parásito, principalmente en los estados del sur del país.