El nuevo arancel del 17.09% que Estados Unidos aplicará al jitomate mexicano no tendrá consecuencias significativas para la producción michoacana, aseguró la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del estado (SADER). La medida, explicó, repercutirá principalmente en los consumidores del país vecino.
El titular de la dependencia, Cuauhtémoc Ramírez Romero, informó que Michoacán aporta cerca del 4.7% del total nacional de jitomate fresco que se exporta a Estados Unidos, con una participación estimada en 140 mil toneladas anuales frente a las 2.9 millones que produce el país.
“De cada tres jitomates que se consumen en Estados Unidos, dos son mexicanos; no cuentan con capacidad para sustituirlos con su producción local ni con importaciones de otros países”, advirtió.

El estado ocupa el tercer lugar nacional en volumen y el segundo en superficie sembrada, con más de 7 mil hectáreas destinadas al cultivo, que generan alrededor de 14 mil empleos permanentes. Sin embargo, la mayoría de las 344 mil toneladas que se producen en Michoacán se comercializan en el mercado interno.
Aunque descartó un impacto directo para los productores locales, Ramírez Romero señaló que los ajustes en la cadena de exportación podrían reflejarse en incrementos para los consumidores estadounidenses. “El efecto se verá allá, con precios más altos para los compradores”, puntualizó.
En el mercado local, el precio del jitomate oscila actualmente entre 10 y 25 pesos por kilogramo, dependiendo de la calidad y la temporada, de acuerdo con comerciantes consultados.