Con una inversión superior a mil 600 millones de pesos, el Gobierno de Michoacán puso en marcha un ambicioso plan hídrico estatal que busca atender una de las mayores demandas sociales: el acceso al agua y la recuperación de los cuerpos hídricos contaminados en la entidad.
Durante una conferencia encabezada por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, se anunció que el proyecto será coordinado por la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC), bajo la dirección de Olivia Cázares Arreola, en colaboración con la Conagua.
El programa contempla tres ejes principales: agua potable, agua para el campo y agua limpia.
En el primer rubro, se destinarán más de 800 millones de pesos para 114 obras en distintas regiones, desde la Costa y Tierra Caliente hasta la Meseta Purépecha y el Oriente del estado, con el propósito de garantizar abasto y mejorar la distribución del recurso.
El segundo eje se enfocará en el sector agrícola, con la modernización de los distritos de riego 020 Morelia–Queréndaro, 097 Lázaro Cárdenas y 098 José María Morelos, donde se prevé tecnificar los sistemas y canales para optimizar el uso del agua y elevar la productividad del campo michoacano.
El tercer componente, agua limpia, busca ampliar la cobertura de saneamiento con una inversión inicial de 330 millones de pesos. Entre los proyectos prioritarios destacan la rehabilitación del lago de Pátzcuaro y la limpieza de los ríos Duero y Lerma, considerados focos críticos de contaminación.
Las autoridades estatales afirmaron que este esfuerzo se enmarca dentro del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, que incluye también acciones en seguridad, desarrollo económico y justicia ambiental.
Aunque el plan ha sido calificado como “histórico” por su alcance financiero, especialistas advierten que el reto no será solo invertir, sino mantener los proyectos a largo plazo y asegurar que los beneficios lleguen realmente a las comunidades más afectadas por la escasez y la contaminación.