Michoacán registra una tasa de suicidios superior a la media nacional, un indicador que confirma una tendencia sostenida de deterioro en la salud mental de la población. Hasta diciembre de 2025, se documentaron 324 suicidios en la entidad, de acuerdo con cifras oficiales del sector salud y registros estadísticos estatales.
Con una tasa de 7.8 suicidios por cada 100 mil habitantes, Michoacán se ubica por encima del promedio nacional, que fue de 6.8 en 2024. La brecha, aunque numéricamente moderada, resulta significativa en términos de política pública, al reflejar una incidencia mayor a la esperada para una entidad de su tamaño poblacional.
Los datos oficiales confirman que los hombres concentran la mayoría de los casos, una tendencia que se mantiene constante año con año y que coincide con patrones observados a nivel nacional, donde el suicidio afecta de manera desproporcionada a la población masculina, particularmente en edades productivas.
Durante el primer semestre de 2025 se registraron 185 suicidios, lo que muestra un comportamiento continuo a lo largo del año, sin descensos relevantes por temporada. En 2024, Michoacán cerró con 320 casos, una cifra prácticamente equivalente a la del periodo actual, lo que sugiere un estancamiento en los esfuerzos de prevención y atención.
Los municipios de Morelia, Uruapan, Zitácuaro y Lázaro Cárdenas concentran la mayor incidencia, tanto en zonas urbanas como en áreas con población dispersa, de acuerdo con los reportes sanitarios. La distribución territorial apunta a una problemática transversal que no se limita a un solo perfil socioeconómico.
A nivel nacional, el suicidio se mantiene entre las principales causas de muerte no accidental en determinados grupos de edad, especialmente entre hombres, lo que ha encendido alertas sobre la insuficiencia de los servicios de atención psicológica, la detección oportuna y el acompañamiento institucional. En el caso de Michoacán, las cifras colocan el tema como un problema estructural de salud pública, más allá de episodios aislados.