El mapa de la violencia en México se movió poco en octubre. Siete estados concentraron más de la mitad de los homicidios dolosos del país, y Michoacán volvió a figurar entre ellos.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el país registró 2,244 asesinatos durante el mes, lo que equivale a un promedio de 72 homicidios diarios. Guanajuato encabezó la lista con 11.1 por ciento, seguido por Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Estado de México, Guerrero y Michoacán, que aportó 5.6 por ciento del total nacional.

Aunque el promedio nacional muestra una reducción del 37 por ciento respecto a 2024, la distribución sigue siendo desigual. En Michoacán, la violencia no desaparece, sólo cambia de rostro. Entre enero y octubre de este año, la entidad acumuló 1,279 víctimas de homicidio doloso, frente a 1,412 en el mismo periodo del año anterior.

La cifra parece una mejora, pero el peso estadístico del estado sigue siendo alto. Con una tasa de 16.4 homicidios por cada 100,000 habitantes, Michoacán se mantiene por encima del promedio nacional de 11.9. El Observatorio Nacional Ciudadano lo ubica como el cuarto estado más violento del país en proporción a su población.

Los municipios de Uruapan, Apatzingán, Zamora, Morelia y Jacona concentran el 63 por ciento de los homicidios del año. En Uruapan, los asesinatos ligados a disputas locales entre grupos criminales y cobro de extorsiones crecieron 12 por ciento en comparación con 2024, de acuerdo con reportes estatales.

El Índice Global de Impunidad México 2024 advierte que sólo dos de cada diez homicidios en el país derivan en sentencia condenatoria. En Michoacán, la Fiscalía General del Estado reporta una efectividad de resolución del 21 por ciento, cifra que explica por qué el delito persiste pese a la presencia militar en amplias zonas del territorio.

A nivel federal, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana destacó una reducción general en el número de homicidios, pero reconoció que los focos rojos permanecen en los mismos territorios desde hace casi una década. Michoacán forma parte del grupo de entidades con atención prioritaria dentro del Plan Nacional de Paz y Justicia, junto con Guanajuato, Jalisco, Guerrero y Baja California.

En el papel, las cifras muestran avances; en el territorio, la realidad es más compleja. Los números bajan, pero el miedo aún no.