Un reciente estudio del Instituto Cato desmiente la creencia popular de que los migrantes irregulares aumentan la criminalidad en Estados Unidos.
Según el informe “Tasas de encarcelamiento de inmigrantes ilegales, 2010-2023”, publicado este 2025, los migrantes, legales e irregulares, presentan tasas de encarcelamiento significativamente menores que los ciudadanos nacidos en el país.
Durante 2023, fueron encarcelados un millón 617 mil 197 estadounidenses nativos, frente a 67 mil 813 migrantes irregulares y 58 mil 515 migrantes con estancia legal.
Esto se traduce en una tasa de encarcelamiento de mil 221 por cada 100 mil habitantes para los nativos, 613 para los migrantes irregulares y apenas 319 para los migrantes legales.
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Incluso si se descuentan los arrestos por violaciones exclusivamente migratorias, la brecha se amplía aún más.
“Los inmigrantes indocumentados tienen la mitad de probabilidades de ser encarcelados que los estadounidenses nativos. Los inmigrantes legales tienen un 74 % menos”, afirma el estudio.
En contraste con los discursos políticos más duros, como el del expresidente Donald Trump, el informe destaca que en las llamadas “ciudades santuario” las tasas de criminalidad no solo no aumentan, sino que en algunos casos disminuyen, lo cual contradice la suposición de que la migración irregular está asociada con más delitos.
Los datos también desmienten la eficacia de políticas de deportación masiva como estrategia de seguridad pública.
“Una política de deportación generalizada dirigida a todos los inmigrantes indocumentados no reducirá las tasas de delincuencia ni la migración legal”, concluye el estudio.