La noche del domingo, el presidente argentino Javier Milei realizó la presentación del proyecto de presupuesto para 2025 en un Congreso semivacío, marcando la primera vez que un mandatario se dirige al recinto legislativo para este propósito.

A pesar de que el discurso fue transmitido por cadena nacional, la ausencia de numerosos legisladores de la oposición, que denunciaron el acto como una “puesta en escena”, dejó la sala con escasa concurrencia.

El eje central del proyecto presentado por Milei es la reducción del déficit fiscal a cero, para lo cual propone cambiar la lógica de financiamiento del Estado.

“El déficit siempre fue consecuencia de pensar primero cuánto gastar y después ver cómo financiarlo. Nosotros vamos a hacerlo al revés, pensando primero cuánto tenemos que ahorrar, para después ver cuánto podemos gastar”, afirmó el presidente.

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Sin embargo, su propuesta generó críticas y dudas, ya que no incluyó detalles específicos ni previsiones claras sobre el año fiscal entrante.

A pesar de los desafíos, el oficialismo logró mantener el veto al aumento de jubilaciones en medio de manifestaciones multitudinarias frente al Congreso, donde algunos manifestantes fueron reprimidos por la policía.

El contexto económico es delicado: el Gobierno reportó un superávit fiscal del 0.4 % del PIB en el primer semestre de 2024, pero en medio de un colapso del consumo que cayó más del 15 % en lo que va del año, con una inflación interanual que asciende al 236 % y cerca de la mitad de la población en situación de pobreza.

“No exageramos cuando decimos que hicimos el ajuste más grande de la historia de la humanidad”, sostuvo Milei.