El gobierno argentino de Javier Milei anunció fuertes medidas para el control de las protestas que se viven casi a diario en Buenos Aires, en la misma semana de la implementación de un plan económico con drásticos ajustes que ha generado el rechazo de sindicatos y organizaciones sociales.

La Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, informó que de acuerdo con el nuevo protocolo de orden público, “los cuerpos de seguridad federales emplearán la mínima fuerza necesaria y suficiente y será graduada en proporción a la resistencia”.

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También se prohíbe protestar con el rostro tapado, que pueda impedir la identificación de los manifestantes, así como la portación de palos, y se advirtió a los extranjeros con residencia provisional que participen en las protestas corren el riesgo de ser deportados.

Las medidas anunciadas por Bullrich suceden dos días después del anuncio del Gobierno de un severo plan de ajuste económico con el supuesto objetivo de reducir el déficit fiscal.

Dentro de las acciones que se aplican incluye la devaluación del peso argentino a más del 50 %, el despido masivo de empleados públicos, fuertes reducciones de subsidios al transporte y la energía y la inmediata suspensión de obra pública.