Miles de personas bloquearon diferentes tramos carreteros en Guatemala, en protesta por las acciones emprendidas por la Fiscalía guatemalteca, instancia que hurtó las actas que le dieron el triunfo a Bernardo Arévalo en la contienda presidencial.

Indígenas y campesinos, en su mayoría, condenaron los embates orquestados por la Fiscalía de Guatemala contra el proceso electoral recién celebrado en el país.

Los manifestantes denunciaron que la fiscalía guatemalteca ha incurrido en allanamientos, revisión de votos y órdenes de aprehensión en contra de magistrados electorales.

“Se está viviendo un golpe de Estado, un golpe a la democracia y al Estado de derecho que afecta a las comunidades de toda la nación”, denunció Aleisar Arana, autoridad indígena del Parlamento Xinca.

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Aleisar Arana advirtió que las protestas se mantendrán hasta que se consume la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, a quien acusan de vulnerar el esquema democrático de Guatemala.

En este contexto, es importante mencionar que el sábado la fiscalía, acompañada de al menos 100 agentes de policía, hurtó miles de actas que contenían los resultados de la primera vuelta electoral en la que 22 partidos políticos se disputaron más de 4.000 cargos públicos.

El hurto de las actas fue transmitido en vivo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y se pudo observar cómo policías y miembros de la fiscalía empujaban e insultaban a los magistrados electorales que intentaban impedir que se llevaran las actas. La ley Electoral y de Partidos Políticos, de rango constitucional, otorga sólo al TSE la custodia y guarda del material electoral.