Miles de militares y policías llevaron a cabo una operación en varias cárceles de Ecuador con el objetivo de encontrar armas, municiones, explosivos y restablecer el orden, luego de una semana de incidentes y retenciones de más de cien funcionarios.

Dicha acción tuvo lugar un día después de que el presidente Daniel Noboa anunciaran la liberación de aproximadamente 170 empleados penitenciarios, entre agentes y personal administrativo, que habían sido retenidos por los reclusos durante seis días.

Alrededor de mil 100 miembros de las fuerzas armadas y la policía intervinieron la cárcel de Esmeraldas, una de las más peligrosas, ubicada en la ciudad costera del norte de Ecuador.

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Durante el operativo, se informó que se decomisaron explosivos, electrodomésticos y licores. La misma operación se llevó a cabo en otras cárceles, como la de Cuenca, en el sur del país.

En Machala, un contingente de 800 policías y militares ingresó con tanquetas desde la madrugada. En este centro se decomisaron armas largas, aunque no se precisó la cantidad.

El presidente Noboa declaró a Ecuador en conflicto interno armado el martes, calificando de “terroristas” a más de veinte agrupaciones criminales que operan en el país.

Hasta el momento, el estado de excepción ha resultado en mil 105 detenciones, 94 de ellas por “terrorismo”, y la desarticulación de 28 agrupaciones criminales, con cinco miembros abatidos.