La conferencia de prensa ofrecida por Jesús Mora González buscó enviar un mensaje político directo: Morena se siente cómodo en el escenario actual y considera que la oposición atraviesa un momento de dispersión interna. Pero más allá del discurso, lo dicho revela tensiones territoriales y un pulso anticipado rumbo al próximo ciclo electoral.
Mora utilizó un tono irónico para responder a los señalamientos del PRI, PAN y MC. Presentó una pomada Vitacilina ante cámaras para ridiculizar las críticas y citó a Chicoché para minimizar la supuesta convocatoria del dirigente priista Guillermo Valencia a bloqueos carreteros. Ese gesto, simbólico y provocador, se volvió el eje de la conferencia.
Aun así, detrás del humor hubo afirmaciones que buscan sostener la narrativa del Plan Michoacán por la Justicia y la Paz: detenciones recientes, avances en investigaciones sensibles y coordinación con el gobierno federal. Mora insinuó que la Fiscalía tiene más información que será revelada, lo que podría anticipar movimientos en casos emblemáticos.
El dirigente también señaló una “falta de proyecto” en la oposición y mencionó ajustes internos que han generado ruido dentro de sus filas. Nombres como Alfonso Martínez y Grecia Quiroz han sido mencionados en discusiones internas de sus partidos, lo que para Morena confirma un escenario de incertidumbre en sus adversarios.
Respecto al acto masivo que Morena planea para el 6 de noviembre en el Zócalo, Mora aseguró que el movimiento tiene fuerza de base suficiente para llenar la plaza. El mensaje final buscó proyectar unidad: “pese a quien le pese”, dijo, la Cuarta Transformación mantiene respaldo social. El fondo de la conferencia no fue la Vitacilina, sino la disputa narrativa por la seguridad, la legitimidad del plan estatal y la construcción de fuerza política rumbo a 2026.