Moscú denunció este domingo que Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra instalaciones nucleares en Irán, incluyendo Fordo, Natanz e Isfahán.

El Ministerio de Exteriores ruso advirtió que esta acción aumenta el riesgo de una escalada en Oriente Medio y socava la seguridad internacional.

La Cancillería rusa calificó la operación como una grave violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU, especialmente alarmante al tratarse de un miembro permanente del Consejo de Seguridad.

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También alertó que estos ataques afectan la credibilidad del Tratado de No Proliferación Nuclear y al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), por lo que pidió un informe claro y una respuesta firme de la comunidad internacional.

El presidente Donald Trump confirmó que la Fuerza Aérea alcanzó exitosamente los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán.

Por su parte, autoridades iraníes informaron que el uranio enriquecido había sido retirado antes del ataque, descartando riesgo de fuga radioactiva.

A pesar de esto, la acción marca un punto crítico en la relación de Washington con Teherán y aumenta la presión para que la ONU intervenga para garantizar la estabilidad en la región.