La ciudad de Moscú registró una temperatura de 34.6 grados centígrados, con lo que rompió el récord histórico de calor que se mantenía desde el 12 de julio de 1903, cuando el termómetro marcó 34.5 grados.

Así lo confirmaron los servicios meteorológicos rusos, que calificaron el fenómeno como “una temperatura extrema”.

Román Vilfand, director del departamento científico del Servicio Meteorológico ruso, señaló que el récord fue superado oficialmente a las 15:00, hora local. Destacó que estas condiciones, inusuales para la capital rusa, han persistido durante cinco días consecutivos, superando la media histórica para el mes de julio por más de 10 grados.

El fenómeno, bautizado por los medios como “calor egipcio”, ha generado medidas de alivio para la población, como la distribución de agua embotellada en estaciones del metro de Moscú.

La ola de calor tomó por sorpresa a los moscovitas, quienes ya habían experimentado temperaturas inusuales en lo que va del año, incluyendo un episodio de frío invernal en mayo.

Los pronósticos indican que este episodio extremo dará paso a un clima más templado y lluvioso la próxima semana. No obstante, el récord registrado resalta los patrones cada vez más erráticos del clima global, con impactos directos sobre las grandes ciudades.