A mediodía de este viernes, una combi de transporte público terminó incrustada contra la fachada de una mueblería al sur de la ciudad. No fue un acto imprudente, ni una persecución. Fue algo más silencioso y fulminante: el conductor, Jesús Eleazar, habría sufrido un infarto al volante.
El accidente ocurrió sobre el Periférico Paseo de la República, frente al Panteón Gayosso, una de las zonas con mayor flujo vehicular de la capital michoacana. La unidad —una combi de la Ruta Gris, número económico 162— acababa de cruzar el semáforo frente a la colonia Fuentes de Morelia cuando comenzó a zigzaguear. En segundos, invadió el carril contrario, se desvió del camino y terminó por estrellarse contra el negocio “Persa Mueblería”.
Testigos aseguran que no hubo frenado alguno. “Fue como si la combi se apagara en movimiento”, relató un comerciante que presenció el impacto. Dentro del vehículo, al menos cinco pasajeros resultaron heridos. Algunos fueron atendidos en el lugar, otros trasladados a hospitales cercanos. Entre ellos se encuentran Karen Denise, Juan Pablo y Luis Eduardo, de entre 21 y 43 años de edad. Todos sobrevivieron.
Un video reveló el momento exacto en el que una combi de la ruta Gris se impactó contra un inmueble en la zona sur de Morelia.
En el video se advierte la unidad a alta velocidad y prácticamente fuera de control.
Versiones extraoficiales señalan que el operador de la unidad,… pic.twitter.com/hKwf9ATqJk
— Evangelio (@evangelio_news) May 9, 2025
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Jesús Eleazar, de entre 32 y 38 años, murió al instante. Su cuerpo quedó sobre el asiento del conductor, sin señales de resistencia. Aunque la causa oficial de muerte aún debe confirmarse mediante la necropsia, los primeros reportes apuntan a un infarto fulminante.
Elementos de la Guardia Civil acordonaron la zona durante más de una hora, mientras personal de la Fiscalía de Michoacán realizaba las diligencias correspondientes. El tráfico, como es costumbre en esa zona a esa hora, se volvió caótico.
El caso ha vuelto a poner sobre la mesa una preocupación persistente: la salud física de quienes operan el transporte público. Un estudio del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara reveló que el 46 % de los conductores evaluados presentaban riesgo moderado o alto de sufrir un infarto, mientras que más del 85 % vivía con sobrepeso u obesidad.
El desgaste físico de jornadas prolongadas, la falta de revisiones médicas regulares y el estrés cotidiano convierten a los operadores en población altamente vulnerable.
Hoy, el derrumbe físico de un conductor a plena luz del día no solo detuvo una unidad de transporte, sino que expuso una vulnerabilidad que rara vez se discute: la salud de quienes cada día trasladan a cientos de personas por la ciudad. El impacto no solo fue contra un muro, sino contra una realidad que ya venía fracturada.