La comunidad cultural de Michoacán se encuentra de luto por la muerte del fotógrafo Guillermo Wusterhaus Cortés, quien a lo largo de su carrera se destacó no sólo por su talento artístico, sino también por su labor educativa y su contribución al fotoperiodismo.
Wusterhaus, fallecido este lunes, desarrolló gran parte de su trabajo y formación profesional en la escena visual en Michoacán.
Nacido en la Ciudad de México en 1963, Guillermo Wusterhaus llegó a Morelia en 1992, ciudad que adoptó como su hogar y donde profundizó en su labor fotográfica.
Su formación académica en Antropología Social y Artes Visuales le permitió abordar la fotografía desde una perspectiva profunda, lo que lo convirtió en un referente en la región.
Además de su destacada carrera como fotógrafo, Wusterhaus fue un incansable docente que dedicó gran parte de su vida a enseñar a nuevas generaciones de fotógrafos en instituciones como la Universidad Latina de América, la Universidad Vasco de Quiroga y la Universidad de Morelia.
A lo largo de su trayectoria, Wusterhaus combinó el arte con el fotoperiodismo, siendo uno de los exponentes más importantes en la región durante los años noventa.
Su trabajo en medios como “Cambio de Michoacán” y “La Voz de Michoacán” lo consolidó como un referente de la nueva ola de fotoperiodistas.
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Uno de los hitos más recordados de su carrera fue la cobertura, en 1992, de la protesta indígena purépecha en la que fue derribada la estatua del Virrey Antonio de Mendoza, un evento que marcó un hito en la historia visual del estado.
En el ámbito artístico, Wusterhaus fue un fotógrafo multifacético, conocido por su exploración de temas como la desnudez y el erotismo, los cuales abordó con una mirada profunda y respetuosa.
Exposiciones como “Desnudiez”, “Color/Piel” y “Generativa” fueron aclamadas por su originalidad y enfoque conceptual.
Durante su carrera, presentó más de una veintena de exposiciones colectivas e individuales, y recibió múltiples reconocimientos por su contribución a la cultura visual, como la Beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en 1997.
Su legado perdura no sólo en las imágenes que dejó, sino también en la formación de jóvenes fotógrafos.
A lo largo de los años, Wusterhaus se dedicó a compartir su conocimiento con estudiantes y colegas, realizando talleres y actividades en diversos puntos del estado.
En 2017, presentó una retrospectiva de su obra en la Sala “Maestros Michoacanos”, un reconocimiento a su valiosa trayectoria.
Con su partida, Michoacán pierde a uno de sus más grandes artistas, pero su influencia seguirá viva a través de su obra y la de los muchos que aprendieron de su visión única de la fotografía.