La erupción del volcán Lewotobi Laki-Laki, en la isla de Flores, Indonesia, dejó al menos 10 muertos, además de que causó devastaciones en las aldeas circundantes.

La actividad volcánica comenzó la noche del 3 de noviembre y ante la emergencia, las autoridades evacuaron a los pueblos vecinos y activaron la alerta a su nivel máximo debido a la gravedad de la situación.

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Aunque aún se evalúan los daños, hasta el momento se reportan más de 10 mil personas afectadas.

Distintos medios de comunicación locales reportaron que cinco aldeas fueron evacuadas, los edificios cerca del volcán estaban cubiertos de cenizas gruesas, algunos otros se derrumbaron por la caída de escombros volcánicos y varias casas de madera se incendiaron.