Muertes y falta de previsión, algo común en festivales de música
evangelio | 7 abril, 2025

La muerte de Berenice Giles Rivera y Miguel Rojas Hernández durante el Festival Axe Ceremonia en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México ha puesto en el ojo de la conversación pública la seguridad en los eventos masivos, que llegan a reunir a decenas de miles de personas.

Aglomeraciones, grandes estructuras y climas impredecibles se han conjuntado como factores de riesgo en festivales, pues varios de ellos se han realizado bajo la lluvia o con fuertes ráfagas de viento.

El Axe Ceremonia es uno de los que más deficiencias ha mostrado y que, por desgracia, ahora concluyó con dos pérdidas humanas. En 2017 solo tuvieron un poco de suerte, pues unas horas antes de que abrieran las puertas del Foro Pegasso para su primera fecha, el aire tiró el escenario principal. De forma increíble, las autoridades del Estado de México solo cancelaron ese día, pero dejaron que las actividades se llevaran a cabo 24 horas después.

Otro de los festivales con peor organización ha sido el Hell and Heaven, al cual ya se le hizo costumbre cancelar artistas de último minuto, lo que ha ocasionado la furia de sus asistentes y que en 2023, también en el Foro Pegasso, cientos de jóvenes dieran el “portazo” luego de horas de retraso para el inicio de los conciertos.

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En marzo de 2019, uno de los escenarios del Vive Latino colapsó, pero por fortuna fue muchas horas antes del inicio, mientras que en 2023 el Festival Pa´l Norte tuvo que evacuar a algunos asistentes después de que algunas estructuras se movieran peligrosamente.

En el 2017, mientras se realizaba el festival de música electrónica BPM en el club Blue Parrot, en Playa del Carmen, se desató un tiroteo que dejó un saldo de cinco personas muertas y 15 heridas, siendo uno de los hechos más sangrientos en eventos de música en México. Dos años más tarde, el Knotfest de la Ciudad de México canceló repentinamente la presentación de Slipknot, desatando peleas que dejaron a varios asistentes heridos.

En el Bahidorá de 2019, dos personas murieron en circunstancias que nunca fueron del todo aclaradas, pero se dijo que una de ellas se debió a una sobredosis de droga. Y en 2023, un festival de reggaetón en Texcoco también terminó en una estampida con saldo de una persona muerta y 22 heridos. Al igual que en esta edición del Ceremonia, los conciertos siguieron pese a la tragedia.

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