La investigación por el asesinato del presidente municipal de Uruapan incorporó un nuevo elemento luego de que la Fiscalía de Michoacán presentara, durante la audiencia inicial, el contenido de una carta atribuida a Ramiro “N”, uno de los presuntos involucrados en la operación que derivó en el ataque ocurrido el 1 de noviembre.

El documento, encontrado entre sus pertenencias por su pareja tras varios días sin localizarlo, fue integrado al expediente por la información que aporta sobre el ambiente de presión, reclutamiento y riesgo que rodeó sus últimos días.

Según la exposición realizada en sala, el escrito contiene un relato en primera persona que alude a dificultades económicas previas y a una posterior incorporación a una estructura delictiva que le habría asignado tareas de captación y coordinación de jóvenes utilizados en la agresión.

Las descripciones coinciden con la línea de investigación presentada por las autoridades, que apunta a la participación de dos menores entrenados para operar el día del homicidio.

El texto también menciona la percepción de amenazas y la posibilidad de represalias internas por la visibilidad que pudo haber adquirido su nombre tras los hechos.

La Fiscalía añadió que el documento incluye referencias sobre la jerarquía del grupo para el que presuntamente trabajaba, así como advertencias sobre presuntas prácticas de corrupción.

Estas anotaciones fueron consideradas relevantes para contextualizar los riesgos que enfrentaban quienes formaban parte de la estructura delictiva vinculada al crimen.

Días después del ataque, Ramiro “N” fue localizado sin vida junto con uno de los menores previamente señalados en la investigación, lo que reforzó las sospechas de un posible intento de silenciamiento interno.

Tras el hallazgo, la revisión de sus dispositivos móviles permitió confirmar su presencia en un canal de mensajería donde se habrían coordinado acciones previas al homicidio.

El caso continúa su curso judicial, con varias personas sujetas a prisión preventiva mientras las autoridades mantienen abiertas líneas relacionadas con la filtración de información y la participación de otros integrantes de la red delictiva.