En el marco del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemoró ayer, un grupo de pacientes oncológicas se reunió en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, en avenida Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, donde se manifestaron en contra de los estigmas que enfrentan las mujeres diagnosticadas con esa enfermedad.
Durante el encuentro, las participantes destacaron que las mastectomías, lejos de ser un acto de mutilación, representan una decisión vital en su camino hacia la supervivencia.
Con la presencia de cerca de tres mil brasieres donados por mujeres con cáncer, el colectivo Tetas y Rayas decoró el espacio para visibilizar la lucha contra la enfermedad.
Algunos brasieres estaban adornados con flores y mensajes como “Estoy viva”; además, una sección especial fue dedicada a aquellas mujeres que han perdido la vida a causa del cáncer de mama, exhibiendo brasieres negros y fotografías que recordaban sus vidas.
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Las pacientes hicieron hincapié en que, a pesar de las adversidades, siguen siendo mujeres fuertes y hermosas, y demandaron a las autoridades la necesidad de invertir en programas de detección temprana y tratamientos accesibles.
El mensaje es que no buscan monumentos ni simbolismos, sino diagnósticos eficientes que salven vidas.
Karina da Silva, una de las asistentes, subrayó la importancia de no ser vistas únicamente como pacientes con una enfermedad.
Enfatizó que la extirpación de senos es una elección que surge de un deseo profundo de mantenerse viva y un acto de amor hacia sí mismas y hacia sus familias.
Denunció el estigma que también a veces proviene del ámbito médico, narrando su experiencia personal cuando un doctor la presionó para considerar la reconstrucción mamaria, expresando su deseo de ser parte del pequeño porcentaje que decide no hacerlo, priorizando su salud y bienestar general.