Mujeres: luchas y conquistas
evangelio | 27 marzo, 2024

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que surgió de la mano de la lucha de las mujeres por condiciones de trabajo óptimas ante las amplias jornadas laborales y los bajos salarios, a más de 150 años de aquella protesta que terminó con la vida de 120 mujeres trabajadoras en una fábrica de textiles en Nueva York, aún hay mucho por lo que luchar, pero también celebrar.

La lucha de las mujeres mexicanas contiene grandes victorias, el voto femenino a partir de 1955, el reconocimiento del trabajo en el hogar como meritorio de pago, paridad en los puestos de elección popular, leyes que protege la integridad sexual y digital de las mujeres y nuevos horizontes a los que las nuevas generaciones pueden aspirar.

Las mujeres en Michoacán son más del 50 % de la población y lideran la fuerza laboral, con más de un millón de mujeres empleadas en diferentes puestos de trabajo.

En el ámbito político, el Congreso del Estado tiene una representación del 60 % de mujeres en el Legislativo, 25 diputadas de 40 legisladores. En lo municipal, el panorama es más disparejo, 24 alcaldesas para 112 ciudades.

Las conquistas ante las mujeres víctimas de violencia feminicida, machismos y desigualdades parecen ser pocas, pero el abrir brechas que parecían por siempre cerradas y que cada vez más mujeres se atrevan no solo a luchar, sino a acompañar y resistir, habla de todo aquello que aún se puede alcanzar.

Mujeres lideran la fuerza laboral en Michoacán

En Michoacán, más del 50 % de la población, cuatro millones 748 mil 846 personas, son mujeres, de ellas, dos millones 16 mil 498 forman parte de la población económicamente activa. Es decir, más del 40 % de la fuerza laboral del estado son mujeres que también desempeñan labores dentro de los hogares, de acuerdo con la Encuesta de Nacional de Ocupación y Empleo (ONOEM) al cierre del cuarto trimestre de 2023, del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

En comparación al año 2022, 56 mil 678 mujeres obtuvieron un trabajo en 2023. Un incremento en la contratación de mujeres de más del 100 % en comparación con los 21 mil 366 hombres que consiguieron un trabajo durante el mismo periodo de tiempo.

Sin embargo, la brecha salarial continúa permeando la economía de las mujeres michoacanas, los ingresos de los hombres superan a los de las mujeres en todos los rangos de edad.

Durante el 2022, la brecha fue de 14 mil 628 pesos al trimestre, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional (ENIGH E) del Inegi.

No obstante, el que la fuerza laboral de las mujeres michoacanas supere a la de los hombres en un 15 % habla de luchas conquistadas en el terreno laboral. Cada vez más mujeres abandonan las tareas del hogar para comenzar a forjar una carrera profesional.

Lo que hacemos, lo que construimos

De dos millones 442 mil 505 de mujeres que radican en Michoacán, el 60 % de las mismas se encuentran en rangos de edades que no superan los 45 años de edad. La amplia presencia de las mujeres de grupos etarios activos económica y educativamente ha generado cambios en las dinámicas en las que viven las mujeres en la entidad.

Cada vez más mujeres deciden participar de manera activa en la vida pública en Michoacán, sin que esto signifique, de manera forzosa, su presencia en el campo político.

Un ejemplo de ello es la abogada feminista, Maricela Montero, quien desde hace más de cinco años forma parte de la colectiva Incendiarias, un grupo de mujeres organizadas que acompaña a víctimas de violencia machista, además de que agrupa a mujeres de distintas partes del estado en acciones de protesta que buscan mejorar la vida de las michoacanas.

En entrevista con Evangelio, Maricela relató que, a lo largo de su infancia, ella misma fue víctima de acoso y hostigamiento, durante sus primeros años de haber llegado a la ciudad de Morelia, proveniente del municipio de Tancítaro. Sus compañeros de clase la molestaban por venir “del rancho”.

“Me hacían bullying porque yo no encajaba, que si era la niña del rancho, y por defender esto en lo que siempre he creído, la izquierda y el orgullo de ser campesino”.

El vivir en carne propia, tratos discriminatorios y formarse en una familia izquierdista, le dieron la pauta para reconocer, desde muy joven, las injusticias a las que se enfrentan las mujeres en México, y en 2018 su activismo le cambió la vida.

Comenzó con un grupo de amigos de la universidad ayudando en pequeñas causas sociales, hasta que de poco en poco cada vez más personas le referían casos en los que podía auxiliar a personas en necesidad, con base en sus conocimientos jurídicos, todo ello de manera gratuita.

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Al poco tiempo conoció un par de chicas con las que coincidió en marchas feministas, mismas que poco a poco empezaron a agruparse hasta conformar Incendiarias.

“A mí me molestan mucho las injusticias, que nuestros gobernantes no hagan lo que les toca y cuando creamos la colectiva decidimos hacer justo eso, lo que no se estaba haciendo, acompañamiento a víctimas de feminicidio, de violencia, apoyamos a mujeres que quieren abortar”.

El emprender una lucha en donde la constante es enfrentarse a violencia sistemática, a casos crueles e inhumanos, ha sido cansado y desesperante para Maricela. Sin embargo, afirmó que, gracias a la lucha y acompañamiento de las colectivas, se ha conquistado, de a poco, el espacio público.

Subrayó que el generar resistencia y tomar las calles ante las injusticias que viven las mujeres de Michoacán ha cambiado la perspectiva de muchas personas en torno a la lucha feminista, cada vez más mujeres se unen al movimiento y con ello, cada vez las cosas comienzan a cambiar, aunque sea un poco.

Foto: Daniel Solís/ Contraluz

En la lucha por ocupar las calles, no se debe hablar solo de las marchas y los acompañamientos a víctimas, también de las intervenciones al espacio público, de aquellos rincones de la ciudad e incluso de la piel que gritan por un cambio orquestado por y para las mujeres, aquí es donde Mónica Tamariz entra en acción.

La joven de 23 años inició en el mundo del arte desde niña, pensando en el dibujo y la pintura como un pasatiempo, hasta que su mamá la alentó a pensar en el arte como una profesión a la cual podía dedicarse.

Para el momento en que llegó a la universidad, la apuesta era clara: hacer arte que le ayudará a vivir de ello.

Los emprendimientos llegaron naturales, pintar y vender fundas de celular, pintar cuadros a comisión, mover todo el arte que pudiera generar, como un tema que la ayudará a generar dinero, pero también como una apuesta a no quedarse quieta.

“A mí me gusta estar incómoda y no tema de ponerme en lugares que no me gusten, sino en una apuesta a no quedarme quieta, a no estancarme, a buscar oportunidades porque siempre tuve claro que quería dedicarme al arte”.

En el año 2018 fue parte de una exposición de fotografía en la estación Pino Suárez del metro de la Ciudad de México, y de a poco muchos más proyectos empezaron a surgir. Murales, pinturas, playeras, fundas, dibujos, todo lo que pudiera dejar estaba a comisión.

Para el año 2021, todavía en la universidad, decidió comenzar a tatuar y luego de dos años y medio practicando en estudios ajenos optó por volverse a incomodar y abrir su primer estudio de tatuajes, un espacio compartido con amigos que lidera como un lugar creativo al que siempre soñó acceder.

Tras más de 15 años dibujando y más de seis años trabajando de manera profesional dedicada a las diferentes expresiones del arte, Mónica consideró que continúan existiendo muchos estigmas en torno a las mujeres dedicadas al tatuaje y a las artes, pero las conquistas son muchas más.

Afirmó que es complejo reconocer logros, pero que cada intervención, cada palabra de aliento y cada persona que se inspira de su proceso es poderoso para repensar en el arte como una manera de vivir y resistir.

Daniel Solís/ Contraluz

La resistencia y nuevas maneras de expresarse son algunas de las luchas que las mujeres michoacanas tienen claras que deben enfrentar. Desde esta trinchera persisten y se levantan Gema Raya y Berenice Pintor, dos mujeres que retaron a los estándares para convertirse en maestras cerveceras con su propia marca: Autenta.

Todo inició en el año 2020, cuando el mundo entero se enfrentó a la pandemia por Covid-19, en ese contexto, Gema y Berenice comenzaron a platicar acerca de la idea de aprender a hacer cerveza, ante un mercado en escasez y el gusto por la cerveza, decidieron tomar un curso y empezar.

Después de varios intentos por encontrar su sabor ideal, la ingeniería informática y la administradora por profesión se toparon con la primera receta que consideraron estaba lista para salir al mercado, una golden ale.

Sin embargo, una cosa era la idea de comerciar aquello que en algún momento comenzó como un sueño de autoproducción y consumo, y otra muy diferente era poder establecer un flujo de producción, una marca, un estilo y sacarlo a un mercado que no puede ni pretende competir con las cervecerías comerciales.

Autenta surgió como una propuesta para experimentar y hacer lo que Gema y Berenice aman. La idea del nombre, la imagen y el trasfondo de la marca brotó de la sensación de que la vida es muy efímera para no ser y hacer lo que nos hace felices.

“Creo que, desde niñas, como mujeres, siempre se nos criticó o se nos reprimió de alguna manera, y con el paso del tiempo nos acostumbramos a fingir ser cosas que no éramos para encajar, pero nunca más”.

Las cerveceras consideran que no existe nada más auténtico que tomar tus talentos y sacarlos afuera, experimentar, demostrar quién eres con todas sus gamas y variedades, justo como una cerveza, sin una receta precisa y las ganas de probar todo lo que puedes llegar a ser.

Aseguraron que el mercado de la cerveza artesanal en Michoacán es complejo ante una falta de cultura por el consumo de la bebida que no sea comercial; no obstante, señalaron que cada vez que pueden salen a demostrar Autenta, lo qué es, lo qué significa y todo aquello que puede ser.

Foto: Daniel Solís/ Contraluz
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