El Gobierno de Morelia echará mano de las cámaras de videovigilancia instaladas por la Policía Municipal para sancionar a quienes tiren basura, así lo advirtió el presidente municipal, Alfonso Martínez Alcázar.

Insistió en que uno de los motivos de las constantes inundaciones durante el temporal de lluvias es la basura que taponea el alcantarillado y los cuerpos hídricos, lo que impide que el agua pase y genere encharcamientos.

Debido a que la Secretaría de Servicios Públicos de Morelia ha retirado más de 60 mil toneladas de basura durante los últimos tres meses, y aun así se continúa atendiendo esta problemática, el alcalde señaló que es necesario endurecer las sanciones.

De acuerdo al Reglamento General de Limpieza Pública dentro del Municipio de Morelia se estipula que se sancionará con multas de hasta 100 días de salario mínimo, es decir, 24 mil 893 pesos a quien tire, arroje o deposite cualquier tipo de residuo sólido o basura en la vía pública, parques, jardines, plazas, ríos, arroyos, lagos, lagunas presas o barrancas y demás lugares que sean considerados como públicos, así como en los lotes baldíos.

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En caso de que el infractor sea una persona moral o que los residuos sólidos o basura provengan de la misma, se aplicará a dicha persona moral una multa de 500 a dos mil días de salario, es decir, entre 124 mil 465 y 497 mil 860 pesos.

Este es uno de los actos que más interesa a las autoridades perseguir, pues a decir de Martínez Alcázar, se tiene conocimiento de que empresas recolectoras de basura se están saltando los lineamientos del tratamiento de basura y comenzaron a abandonarla en terrenos baldíos.

Expuso que se sabe de camiones que tiran basura en la zona poniente del municipio, antes de llegar al fraccionamiento Villas del Pedregal, donde se han localizado hasta 40 toneladas de basura abandonada.

Por esta infracción, el reglamento contempla sanciones de hasta cinco mil días de salario mínimo, un millón 244 mil 650 pesos, a quien reciba o entregue residuos sólidos separados en lugares distintos de los centros municipales de recepción autorizados, es decir, fuera del relleno sanitario.