En el mundo animal, la clasificación de los primates abarca una amplia diversidad que va más allá de la generalización de llamar a todos “monos”.
Existen grandes simios como los gorilas, prosimios como los lémures, y una variedad de monos que se dividen en los del Viejo Mundo y del Nuevo Mundo.
Dentro de esa diversidad, destaca un primate del Nuevo Mundo que se alza como el más grande de América, perteneciente a la familia Atelidae: el muriqui, del género Brachyteles.
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Conocidos por habitar exclusivamente la Mata Atlántica, bioma costero que se extiende por 17 estados de Brasil, los muriquis se dividen en dos especies distintas, el muriqui del norte (Brachyteles hypoxanthus) y el muriqui del sur, también llamado mono carvoeiro o mono grande (Brachyteles arachnoides).
A pesar de su semejanza, las dos especies de muriquis presentan diferencias físicas entre sí.
Destacan por ser los primates no humanos más grandes de América debido a su tamaño imponente, puesto que otras especies gigantes como los gorilas y orangutanes no son originarios del continente.
Sin embargo, a pesar de su importancia para el ecosistema, los muriquis enfrentan una situación crítica de peligro de extinción.
La deforestación histórica de la Mata Atlántica ha significado la pérdida progresiva de su hábitat natural, sumado a la presión de la caza ilegal que amenaza su existencia.