Música contra el paso del tiempo: aprender un instrumento protege el cerebro del envejecimiento
evangelio | 21 septiembre, 2025

Por mucho que lo intentemos, hay efectos del paso del tiempo que parecen inevitables: la vista se debilita, las arrugas se marcan y el dolor en las articulaciones se vuelve frecuente. Sin embargo, el deterioro cognitivo podría no ser una condena segura.

Diversos estudios sugieren que aprender nuevas habilidades, en especial tocar un instrumento musical, puede preservar la salud cerebral incluso en edades avanzadas.

Este planteamiento se expone en el primer episodio de la serie documental “Sin límites con Chris Hemsworth: Una vida mejor”, disponible en Disney+. Allí, el actor australiano de 41 años asume el reto de aprender a tocar la batería para presentarse ante 60,000 personas en un concierto de Ed Sheeran, al tiempo que muestra cómo adquirir nuevas destrezas puede estimular el cerebro y frenar su deterioro.

La ciencia respalda esta idea. El cerebro pierde en promedio un 5 % de su volumen por década después de los 40 años, debido a la reducción de neuronas, sinapsis, neurotransmisores y materia gris y blanca, lo que puede afectar la memoria, la resolución de problemas y la orientación espacial.

No obstante, investigaciones han demostrado que la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para reorganizarse, puede contrarrestar esos efectos si se ejercita mediante retos mentales constantes.

Aprender a tocar un instrumento implica coordinar ambas manos, leer partituras, escuchar y ejecutar movimientos finos de forma simultánea, lo que activa múltiples regiones cerebrales y fortalece el cuerpo calloso, el principal puente de comunicación entre ambos hemisferios.

Estudios recientes han mostrado que personas mayores que tomaron clases de piano durante seis meses mejoraron su memoria y conectividad cerebral, mientras que otras que aprendieron armónica de teclado durante tres meses aumentaron su memoria verbal y volumen cerebral.

Especialistas recomiendan elegir un instrumento que genere entusiasmo pero también represente un reto alcanzable, ya que la motivación y la constancia son claves para formar nuevas conexiones neuronales. Además, destacan que nunca es tarde para empezar: lo que estimula el cerebro no es alcanzar la maestría, sino el propio proceso de aprendizaje.

Aunque no podamos frenar el paso del tiempo, estas investigaciones sugieren que podemos proteger nuestra mente del desgaste. La música, más que un pasatiempo, podría ser una de las herramientas más poderosas para mantener el cerebro joven y activo durante toda la vida.

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