El jefe de la Comisión para Reducir el Gasto Federal (DOGE), Elon Musk, admitió públicamente que la comisión no ha alcanzado plenamente sus objetivos iniciales de recortar el gasto público.

En una entrevista publicada este jueves, Musk reconoció que, tras tres meses de trabajo, la DOGE ha recortado 160 mil millones de dólares, una cifra significativamente menor a la meta original de 2 billones de dólares.

Las declaraciones de Musk se producen en medio de intensas críticas, incluso dentro del gobierno de Donald Trump, sobre la efectividad de la DOGE.

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“Es una cuestión de cuánto dolor están dispuestos a soportar la administración y el Congreso”, declaró Musk a la prensa, sugiriendo que recortes más profundos requerirían decisiones impopulares en áreas como pensiones, salud para jubilados y defensa.

Desde su nombramiento en enero, la DOGE ha suprimido miles de puestos de trabajo en el sector público y recortado drásticamente las subvenciones federales.

A pesar de eso, Musk reconoció que el experimento DOGE no ha sido “muy divertido” y anticipó un mayor enfoque en su compañía de autos eléctricos, Tesla, que enfrenta una caída en las ventas y protestas.

Aunque la DOGE estaba prevista para operar hasta el 4 de julio de 2026, Musk insinuó que su futuro en la comisión depende del presidente Trump; sin embargo, aseguró que no desaparecería por completo y que espera mantener una oficina en la Casa Blanca para sus visitas semanales a Washington.