La NASA informó que ha detectado indicios que podrían apuntar a vida antigua en Marte, tras analizar muestras de roca recolectadas por el róver Perseverance en el cráter Jezero. Los nódulos minerales hallados contienen fosfatos y sulfuro de hierro, compuestos asociados con procesos químicos prebióticos o microbianos.

Las muestras provienen de Neretva Vallis, un antiguo cauce de río que desembocaba en un lago hace aproximadamente tres mil 800 millones de años. Los análisis indican que los nódulos se formaron a baja temperatura, con presencia de materia orgánica y hierro en distintas valencias, condiciones compatibles con la química que podría dar origen a la vida.

El hallazgo ha generado gran expectativa entre la comunidad científica, aunque los expertos advierten que los indicios podrían deberse a procesos geológicos abióticos. Para confirmar si estos nódulos son realmente biofirmas, será crucial traer las muestras a la Tierra y estudiarlas con instrumentos especializados en laboratorios.

El estudio, publicado en la revista Nature, contó con la colaboración de un equipo internacional, incluyendo al Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), la Universidad de Valladolid y el Instituto de Geociencias del CSIC. La NASA planea tomar decisiones sobre el retorno de las muestras a finales de 2026, evaluando opciones de misiones robóticas o tripuladas.