Naufragio frente a Malasia: la tragedia silenciada del pueblo rohinyá
evangelio | 9 noviembre, 2025

Los restos de un barco de madera, astillado por las olas del mar de Andamán, flotan dispersos entre chalecos, bidones vacíos y zapatos infantiles. Es el rastro de otra tragedia del pueblo rohinyá. Las autoridades malasias confirmaron este domingo el naufragio de una embarcación con cerca de 300 migrantes que partieron desde el estado de Rakhine, en Myanmar, buscando refugio tras semanas de ataques y desplazamientos.

Hasta el cierre de los reportes, la Guardia Costera había rescatado a 13 sobrevivientes y recuperado 7 cuerpos, mientras continúa la búsqueda de más de 250 personas desaparecidas. Los rescatistas describen condiciones adversas, con corrientes fuertes y visibilidad mínima. “Las probabilidades de encontrar sobrevivientes disminuyen con cada hora”, reconoció el almirante Ahmad Shafie.

La tragedia ocurre en medio de una nueva ola de violencia en Myanmar, donde los enfrentamientos entre el ejército y grupos rebeldes han desplazado a miles de civiles, incluidos musulmanes rohinyás confinados desde hace años en campos sin acceso a alimentos ni salud. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, más de 2000 personas de esta minoría han intentado cruzar el mar desde 2022, con rutas cada vez más peligrosas y redes de tráfico humano que cobran hasta 3000 dólares por pasajero.

Amnistía Internacional pidió a la comunidad internacional una respuesta inmediata. “El silencio regional está costando vidas. Ningún país del sudeste asiático ha ofrecido un plan humanitario conjunto”, denunció la organización. Malasia y Tailandia, principales destinos de estas rutas, suelen devolver a los sobrevivientes a aguas internacionales, argumentando falta de capacidad de acogida.

En los muelles de Langkawi, los rescatistas improvisan carpas para los cuerpos recuperados. Ninguno tiene nombre aún.

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