El Primer Ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, se encuentra en problemas debido a su pobre respuesta ante los ataques del grupo islamista Hamás.
Netanyahu no ha visitado a los heridos en hospitales, ni ha consolado a las familias afectadas, y tampoco ha asistido a los funerales de los fallecidos, ha hecho declaraciones públicas, pero no ha respondido a las preguntas de los medios de comunicación israelíes.
Netanyahu se ha centrado en ordenar a las fuerzas militares que lancen incesantes ataques aéreos, lo que ha causado la muerte de miles de civiles palestinos, mientras que cientos de miles de soldados israelíes se preparan para una posible ofensiva terrestre.
Se han evidenciado las disputas al interior del Gobierno y la indignante falta de apoyo para quienes lo necesitan, dejando profundas heridas morales en aquellos sobrevivientes que quedaron traumatizados.
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La única ayuda que han recibido las víctimas ha sido gracias a voluntarios, muchos de los cuales llevan más de un año protestando contra el Gobierno.
Ante la situación, muchos israelíes están furiosos con su gobierno por no haber evitado el ataque y por la falta de ayuda a los afectados, además, se critica al gobierno por centrarse en atacar a la Corte Suprema en lugar de abordar otros problemas importantes, como la falta de personal policial, la seguridad en las comunidades árabes y el alto costo de vida.
La popularidad de Netanyahu ha disminuido aún más debido a su respuesta a la crisis. Mientras tanto, los opositores al gobierno han aprovechado esta situación para criticar aún más al gobierno y su desatención a los problemas que demanda el país.