Nissan Motor está evaluando trasladar parte de su producción de vehículos destinados al mercado estadounidense a Estados Unidos, informó el diario Nikkei.
La medida se plantea como respuesta a la intensificación de los aranceles comerciales impuestos por el presidente Donald Trump a diversos países.
El plan, que podría implementarse tan pronto como este verano, implicaría una reducción en la producción de la planta de Fukuoka, Japón, y el traslado de parte de la fabricación del SUV Rogue a Estados Unidos.
El Rogue es un modelo clave en el mercado estadounidense y actualmente se produce tanto en Fukuoka como en Estados Unidos.
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Además, Nissan anunció que mantendrá dos turnos de producción del Rogue en su planta de Smyrna, Tennessee, revirtiendo un plan previo de reducir la producción a un solo turno.
La decisión se suma a la ya anunciada suspensión de nuevos pedidos en Estados Unidos de los SUV Infiniti QX50 y QX55, fabricados en México.
Nissan argumenta que los aranceles del 25 % impuestos por Trump a la importación de coches y camionetas hacen insostenible la producción de dichos modelos para el mercado estadounidense desde México.
La medida, que impactaría a proveedores locales en Japón, llega en un momento de dificultades para Nissan en Estados Unidos, agravadas por una gama de modelos envejecida y la falta de opciones híbridas.
La exposición a los aranceles, al ser el fabricante japonés que más coches exporta desde México a Estados Unidos, ha contribuido a que Nissan recortara sus previsiones de beneficios y viera su deuda rebajada.