La estabilidad financiera que se ha conquistado en Michoacán es reflejo de la responsabilidad y honestidad con que se ha conducido el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla en materia económica, regresar a los tiempos de corrupción de Silvano Aureoles Conejo, cuando se aprobaban presupuestos deficitarios, representaría un retroceso al buen trabajo que se está haciendo en la 4T.
Así lo manifestó el promotor de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en el estado, Carlos Torres Piña, quien condenó que los lacayos del silvanismo insistan en criticar los logros obtenidos por la administración del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, cuando Aureoles Conejo dejó un boquete financiero superior a los 20 mil millones de pesos, a consecuencia de la corrupción y mala gestión que se registró durante el gris sexenio del perredista.
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“Las michoacanas y michoacanos no podemos regresar a la crisis financiera que dejó Silvano, crisis que no permitía pagar a profesores, que provocaba manifestaciones diarias, que mantenía las vías del tren tomadas por meses y que en general tenían hundido a Michoacán en la ingobernabilidad”, señaló Torres Piña.
Recordó que, derivado de la mala administración de los recursos públicos que imperó en el gobierno de Silvano, el Congreso de Michoacán aprobaba presupuestos deficitarios que en nada abonaban a la estabilidad económica del estado, “por el contrario, generaban más deuda”.
Por ello, resaltó la necesidad de que, de cara a la definición presupuestal de 2024 para Michoacán, las y los legisladores locales sean responsables y, sobre todo, ajusten esquema presupuestal que permitan mantener la estabilidad económica que hoy vive el estado, a partir de políticas de austeridad y el correcto manejo de los recursos públicos.