El obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, ha decidido no presentar ninguna denuncia contra las personas que le “hicieron daño”.

En un mensaje en sus redes sociales, el jerarca católico expresó que, después de orar, meditar y consultar con sus seres queridos, ha decidido perdonar a quienes lo han lastimado.

Rangel Mendoza destacó que, a pesar de las difíciles circunstancias de su vida, edad y salud, ha optado por seguir los principios evangélicos de Jesucristo, quien perdonó a quienes lo traicionaron y lo juzgaron. Asimismo, agradeció a las autoridades y a su abogado por su apoyo en el caso.

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El obispo pidió comprensión a los medios de comunicación y solicitó respeto hacia su decisión, la cual considera necesaria para su seguridad e integridad física y moral.

Además, agradeció a todas las personas que lo han apoyado:

“Agradezco a todas las personas que se han solidarizado conmigo. Mi especial gratitud a todos aquellos que hicieron oración por mi vida y por mi pronta recuperación”, concluye el obispo en su mensaje.