Especialistas del sector financiero atribuyen el sorpresivo desempeño económico de México a la culminación de obras emblemáticas del gobierno, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico y la refinería de Dos Bocas.
El impulso ha llevado a que los pronósticos económicos sean mayores a los previstos a principios de año, así como a un peso apreciado frente al dólar y un flujo de remesas en máximos históricos.
Además, la relocalización de empresas a México, conocida como nearshoring, también ha contribuido a ese fenómeno.
El crecimiento del PIB para este año se había previsto que cerraría por debajo de 3 %, sin embargo, luego de los avances que se han presentado a lo largo del año, se proyecta en 3 % o más, lo que se atribuye a la inversión del gobierno en infraestructura, especialmente en el sureste del país.
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La economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller, detalló que el efecto del nearshoring se traduce en mayor inversión extranjera directa, y que la contribución de las obras de gobierno se manifestará en 2.7 % del total del PIB en este año.
En el informe correspondiente al cuarto trimestre de 2022 del Banco de México, anticipaba un crecimiento de 1.6 %; para el último reporte presentado en noviembre de este año, se estima que la actividad económica en el país crecerá 3.3 %.
La inversión extranjera directa se situó en 32 mil 926 millones de dólares en el tercer trimestre del año, de acuerdo con datos de la Secretaría de economía, lo que representa el 30 % más de lo acumulado en el mismo periodo de 2022.
Finalmente, el tipo de cambio superó con mucho lo previsto para 2023; en la primera encuesta realizada por Citibanamex, se pronosticaba que al concluir el año, el peso cerraría en 20.50 unidades por dólar, pero el último registro del cierre del 28 de enero se situaba en 16.95 unidades por dólar, un avance de 13 %.