Omar y Edwin, un vínculo de padre e hijo forjado en el boxeo
evangelio | 16 junio, 2024

Cuando Omar y Edwin llegan al gimnasio, la relación de padre e hijo deja de existir para transformarse en la dupla de entrenador y boxeador. Son los Garnica, un vínculo familiar que se ha forjado en el deporte.

Hace apenas unas semanas, Edwin “Pichón” Garnica hizo su debut profesional en el boxeo con una victoria en el municipio de Sahuayo, lo que le representó un sueño cumplido, pero también para su padre.

Omar y Edwin “Pichón” Garnica

“Veo con mucha admiración a este muchacho, es silencioso y reservado, pero con la mira bien puesta en su propio objetivo. Después de una lesión en la cual le decían que no volvería a pelear y que pasó por un proceso muy duro, jamás se rindió y aquí está ahora, viviendo y disfrutando su propio sueño”, escribió Omar Garnica en sus redes sociales tras la victoria.

Y es que a decir del entrenador, es una mezcla de sentimientos acompañar la carrera de su hijo, pues lo vive no sólo en el aspecto profesional, sino también desde la parte emocional como padre.

Omar y Edwin “Pichón” Garnica

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Califica a Edwin como una persona que, desde niño, ha demostrado una dedicación y pasión inquebrantables por ese deporte, pese a que ha encontrado trabas en el camino.

“Verlo subir al ring y ganar categóricamente su primer combate fue un momento de pura felicidad y realización. Estoy agradecido por poder ser su entrenador y su padre, y compartir este nuevo viaje a su lado y verlo alcanzar sus sueños”, afirmó.

Omar Garnica expone que sólo ellos saben las adversidades que han vivido abajo del ring, donde han tenido que sortear lesiones, conseguir recursos económicos para poder pagar una cirugía y hasta lidiar con la depresión en la que cayó el joven boxeador.

Edwin
Omar y Edwin “Pichón” Garnica

Con orgullo, relata que todo comenzó como un juego, en el que Edwin de niño se colocaba en una esquina del ring y Omar simulaba que lo atendía como se le hace a los pugilistas profesionales.

De repente, tiempo después, todo eso se hizo realidad, pero el padre y entrenador sabe que todavía falta mucho camino, aventuras, victorias y también derrotas por vivir.

Del otro bando, la cosa está clara. Dice Edwin que él es consciente de que no es el mismo papel que desempeña su padre en el hogar que lo que llega a suceder en el gimnasio.

“En casa es mi papá, pero ya en el gimnasio es el entrenador y se tienen que acatar las órdenes que da. Al principio sí se llegaban a cruzar sentimientos, pero con el paso del tiempo me fui acostumbrando y aprendiendo a diferenciar los diferentes roles”, añade.

Edwin
Omar y Edwin “Pichón” Garnica
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