Tras el devastador paso del huracán Melissa, el Sistema de Naciones Unidas en Cuba activó un Plan de Acción humanitaria orientado a recaudar 74,2 millones de dólares.
Los recursos se destinarán a un millón de personas afectadas por los daños en las provincias orientales, donde la emergencia ha dejado serias carencias en vivienda, alimentación y servicios básicos.
Los primeros informes estiman que cerca de 2,2 millones de habitantes de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín enfrentan afectaciones críticas en infraestructura, comunicaciones y seguridad alimentaria.
Más de 78 mil hectáreas de cultivos -entre plátano, café y viandas- quedaron destruidas, y la termoeléctrica Felton, la principal del oriente cubano, continúa fuera de servicio.
El organismo internacional señaló que la recuperación se desarrolla en un contexto complejo, marcado por las limitaciones económicas y financieras que enfrenta la isla.
La falta de acceso a mecanismos internacionales de crédito y asistencia, derivada de las sanciones vigentes, retrasa la capacidad de respuesta ante la emergencia y la reconstrucción de las zonas afectadas.