El consumo de drogas a nivel mundial continúa en ascenso y alcanzó un nuevo máximo en 2023, con 316 millones de personas entre los 15 y 65 años usuarias de estupefacientes, lo que representa el 6 % de esa población, según el Informe Mundial sobre Drogas 2025 publicado por la ONU en Viena.
Esta cifra contrasta con el 5.2 % registrado en 2013 y revela una tendencia creciente y sostenida.
El cannabis sigue siendo la droga más consumida, con 244 millones de usuarios, lo que equivale al 77 % del total. Le siguen los opioides (61 millones), las anfetaminas (30.7 millones), la cocaína (25 millones) y el éxtasis (21 millones). El documento destaca además la expansión de drogas sintéticas y el impacto de la digitalización en la diversificación de mercados ilegales.
El informe alerta que el consumo no solo ha aumentado, sino que se inicia a edades más tempranas.
En 2022, unos 63 millones de personas presentaban trastornos por consumo de drogas, muchos sin acceso a tratamiento. A nivel mundial, solo uno de cada cinco usuarios con problemas graves recibe atención médica, y entre las mujeres, el acceso es aún más limitado: apenas el 5.5 % recibe ayuda, frente al 13.6 % de los hombres.
Asimismo, la ONU identifica que la pobreza, la violencia y los desplazamientos forzados elevan la vulnerabilidad al consumo de narcóticos. Las regiones enfrentan distintos desafíos: en América del Sur, el “paco” genera crisis sanitarias; en EUA, los opioides como el fentanilo causan miles de muertes por sobredosis; y en Asia y África crece el consumo de metanfetaminas y tramadol.
El organismo pide priorizar estrategias de salud pública en lugar de enfoques punitivos.