En sesión especial de la Asamblea General de la ONU, la mayoría de las naciones expresaron su apoyo a Palestina pidiendo una “tregua humanitaria inmediata y duradera”, oponiéndose a Israel y Estados Unidos en su intento por impedir un alto el fuego y facilitar la ayuda humanitaria en Gaza.

Con 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones, se aprobó la resolución presentada por Jordania y respaldada por los países árabes, que exige un cese inmediato de las hostilidades y la protección de los civiles, además, rechaza el traslado forzoso de la población civil palestina.

El resultado representa un revés moral para los gobiernos de Beniamin Netanyahu y Joe Biden; como respuesta, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, criticó la propuesta por no mencionar a Hamás.

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Europa votó dividida, demostrando una sensibilidad diferente hacia Estados Unidos: sólo tres países europeos (Austria, Croacia y Hungría) se posicionaron a favor de Israel.

Aunque la resolución de la Asamblea General no tiene valor legal, sirve como una muestra de la opinión mundial, y es la primera respuesta oficial de la ONU a los ataques que está perpetrando Israel desde hace tres semanas.

A pesar de que la resolución no tiene poder efectivo, representa una victoria para Palestina después de 56 años de ocupación.