A cinco días de haber entrado en vigor el alto el fuego entre Israel y Hamas, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Palestina denunció que las fuerzas israelíes siguen atacando y matando civiles en zonas donde se suponía que las operaciones militares habían cesado.
De acuerdo con la organización, al menos 15 palestinos han muerto por fuego israelí desde el 10 de octubre, en áreas donde el ejército afirma haberse replegado. “Atacar a civiles que no participan directamente en las hostilidades constituye un crimen de guerra”, advirtió el organismo en un comunicado difundido por medios internacionales como Al Jazeera.
El jefe de la oficina de la ONU en Palestina, Ajith Sunghay, subrayó la necesidad de que la tregua se mantenga y conduzca hacia una paz duradera y al respeto pleno de los derechos del pueblo palestino. “El alto el fuego debe ser una oportunidad para la reconstrucción, la recuperación y el avance hacia la autodeterminación”, señaló.
Pese a la reducción de la intensidad de los bombardeos, amplias zonas de Gaza y su parte norte siguen bajo control de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), lo que impide que miles de desplazados regresen a sus hogares. Según la ONU, varios civiles que intentaban recuperar pertenencias o verificar el estado de sus casas fueron abatidos a tiros en sectores donde el ejército se mantiene apostado.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, respondió con una advertencia: “Cualquier violación de la línea de repliegue será respondida de inmediato”. Afirmó que más del 50 % del territorio de Gaza está bajo control de las FDI y que su ejército continuará impidiendo el acceso de personas a esas zonas por motivos de seguridad.
En paralelo, la ONU confirmó que sus equipos humanitarios han logrado ingresar ayuda al enclave, aunque pidió a Israel abrir más cruces fronterizos, incluido el de Rafah, que conecta con Egipto, para acelerar la entrega de suministros básicos.
La situación en Gaza continúa siendo crítica. El grupo Hamas entregó al Comité Internacional de la Cruz Roja los cuerpos de dos rehenes fallecidos y aseguró que trabaja para recuperar los 18 restos que aún permanecen bajo los escombros, lo que considera una tarea complicada por la falta de equipo especializado y la presencia de municiones sin detonar.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamas de retrasar la entrega de los cuerpos y advirtió que ese incumplimiento podría llevar a reanudar los combates. No obstante, asesores del expresidente estadounidense Donald Trump, citados por The Times of Israel, sostuvieron que no existen pruebas de que Hamas haya violado el pacto, y destacaron que el grupo cumplió al liberar a todos los rehenes con vida.
En medio de las tensiones, Israel devolvió los restos de 45 palestinos y ya son 90 los cuerpos transferidos al enclave, mientras la comunidad internacional sigue exigiendo que ambas partes respeten la tregua y garanticen la protección de los civiles atrapados en la devastada Franja de Gaza.
 
                             
                        