La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el miércoles una resolución que exige el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos en un plazo de 12 meses.

La resolución, aunque no vinculante, recibió un respaldo significativo al ser adoptada con 124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones.

El pronunciamiento se alinea con la reciente opinión de la Corte Internacional de Justicia, que reafirmó la ilegalidad de la ocupación israelí; sin embargo, la respuesta del gobierno israelí no se hizo esperar.

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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, por medio de su portavoz Oren Marmorstein, calificó la resolución de “cínica” y “distorsionada”.

En un comunicado publicado en X, Marmorstein afirmó que se trata de una “decisión distorsionada que está desconectada de la realidad, alienta el terrorismo y perjudica las posibilidades de paz”.

La resolución aumenta la presión internacional sobre Israel en medio de un conflicto que ha persistido durante décadas, y el apoyo abrumador a la medida sugiere un cambio gradual en el enfoque hacia una resolución del conflicto israelo-palestino.